Si ha habido unos grandes protagonistas de la Romería de Tomelloso de este año 2023, con permiso de la Virgen de las Viñas, esos han sido los jóvenes de la Peña Asaltalindes. De hecho, hace unos días, conseguían hacerse virales en la red social Tik Tok, a través de su cuenta @asaltalindes_as, en la que han superado los dos millones de reproducciones con un video en el que cantan al unísono a una señora asomada al balcón de su casa, en la Calle Socuéllamos, durante el recorrido de la traída de la Virgen de las Viñas desde el Santuario de Pinilla hasta la Iglesia de la Asunción de nuestra ciudad. Un éxito que, como era de esperar, también se ha notado en el número participantes con los que han contado este año 2023 puesto que, en una entrevista concedida a Tomelloso Hoy, aseguraban que «el año pasado 2022 logramos llevar la máxima gente posible, más de 700 personas y, este año 2023, nos vamos a superar, porque vamos a ser más de 1.000 participantes». Así que, quince días después de la Romería de Tomelloso, desde este medio de comunicación hemos querido saber cómo están viviendo todo este reconocimiento, pudiendo comprobar que, para ellos, el momento más emotivo de esta celebración es «cuando llegas a donde está la Virgen de las Viñas y estamos mil personas gritando al unísono ¡Viva la Virgen de las Viñas!».
Además, los miembros de la Peña Asaltalindes aseguran que «creemos que todo Tomelloso tiene ese sentimiento de vivir nuestra Romería porque te sale de dentro, puesto que te vienen los recuerdos de cuando andabas por Pinilla de pequeño con tus padres y, por esos recuerdos y, por ese sentimiento, hacemos todo esto». Hablamos de todos esos recuerdos con sus miembros Gonzalo Madrigal, Mario Picazo, Juan David Mutis, Miguel Ortiz, Jesús Novillo, Ismael Ortiz y Lucía Romero, mientras preparan la receta más típica de esta celebración, como es la caldereta. Porque, aunque la Romería terminó, aseguran que siempre es un buen momento para degustar una caldereta de cordero manchego. Una receta que les han ido transmitiendo de generación en generación, no sólo en la manera de cocinarla, al calor de las llamas encendidas con cepas pequeñas y sarmientos, con poco calor pero constante, pero también en cómo degustarla. Así pues, según manda la tradición, todos los comensales se sientan alrededor de la perola con un cantero de pan en la mano, pinchando la carne, que se ponen encima del pan para comerla después. Una receta que nos cuentan en el siguiente video reportaje, así que tomen nota, porque les aseguramos que está deliciosa. De hecho, no nos extraña que, cuando se celebra algo importante, como es el caso de nuestra Romería, se suela emplear la expresión «un cordero va a tener la culpa».