No puedo ocultar mi enorme sorpresa con los resultados del 23J. Ni yo, ni nadie. Lo que más sorprende es que el Centro de Invenciones Sociológicas de Tezanos haya sido el más acertado. ¡Que me aspen! No puedo entender muchas cosas de las que están ocurriendo. La amarga victoria de Feijóo recuerda mucho a aquella ajustada de Aznar sobre González en el 96. La dulce derrota de Sánchez le permitirá seguir gobernando España. No creo que fíe su futuro a una hipotética nueva convocatoria de elecciones. Sánchez ha demostrado en muchas ocasiones que es capaz de gobernar a cualquier precio. Con los comunistas de Yolanda Perón y, ahora, lo hará con los independentistas, con Puigdemont a la cabeza. Si le piden el Peñón de Gibraltar, se lo dará. Todo a costa de gobernar y someter a los españoles a una enorme tensión social.
Los españoles pagamos un altísimo precio por los desvaríos nacionalistas. Los primeros, los propios catalanes, que vieron como multitud de empresas cambiaban su sede física y social a otras comunidades autónomas por la enorme inseguridad jurídica. Nunca sabremos el coste real de los fallidos referéndum, tampoco lo que supuso para nuestra imagen internacional. Y todo esto ocurrió en 2017, antes de ayer. Eran los momentos en los que a nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se les negaba alojarse en algunos hoteles. Tuvieron que alojarse en el “Moby Data” conocido popularmente como Piolín. Precisamente, Sánchez no hace mucho los llamó “piolines” lo que indignó a los sindicatos policiales. Pero esto ya es historia de España. Sánchez trufará esa historia. Bildu podrá exigir y Sánchez les concederá. Y Puigdemont se mofará de los españoles, porque le exigirá a Sánchez por escrito, primero un referéndum de autodeterminación y después la independencia de Cataluña. La Constitución del 78 quedará herida de muerte para siempre, y los españoles enmudecerán y darán normalidad a la estocada final del sanchismo. Y todo ello con una amnistía a quienes cometieron aquellos delitos.
En Tomelloso se ha votado masivamente para desalojar al sanchismo de la Moncloa. Los resultados del PP de Javier Navarro, no dejan duda al respecto. Javier Navarro recupera las cifras del PP de Carlos Cotillas. En términos absolutos, el PP ha crecido en 3000 votos con respecto al 2019, suponiendo un 44,5% de los votos obtenidos. Trasladando esos resultados al ámbito local, Javier Navarro hubiera obtenido mayoría absoluta. Francamente, los resultados son espectaculares. Y sólo lleva un mes como Alcalde. El sanchismo local ha cosechado 500 votos más respecto al 2019, un 27,25%. Como lo ven, el PP aventaja al PSOE en un 17,25%. Van como una moto, pero cuesta abajo. Tomelloso es mucho más.