A estas alturas de infamia, se ha dicho casi todo. Las manifestaciones que se celebran hoy en las capitales de provincia de España, suponen algo extraordinario en esta España adormilada y aburrida de política y políticos. O al menos eso parecía. A los españoles nos han tocado en el corazón de la democracia y hemos reventado las costuras de nuestra acostumbrada apatía en general. España ha estallado. Otro mérito del tarado de Sánchez, pero esta vez sin medición de consecuencias. No recuerdo nada tan grave desde el golpe de Estado. Sánchez ha diseñado, sin el consenso de los españoles, una nueva forma de concebir el estado tal y como lo conocemos. Ha vuelto a las andadas del peor socialismo que se ha conocido en la historia de España, con la excepción de la etapa de Felipe González. Sánchez es el estado. Y si no estas con él, eres un facha. Fachas son para Sánchez los jueces, los fiscales, diplomáticos, guardia civil, policías nacionales, periodistas, profesores, todos somos fachas para Sánchez.
Hoy las calles de España se llenarán de fachas. Y además se mofarán de nosotros, se partirán de risa con su habitual irreverencia por todo lo que no es pensar como ellos. La eutanasia anunciada a la Constitución Española del 78 por Sánchez, ya la tienen en vena los 120 peones sanchistas que votarán SI a la disolución de la igualdad entre españoles, y con su voto darán el respaldo al inicio de la independencia de Cataluña y del País Vasco. Los despojos de España, los dirigirán les herederos de ETA y un prófugo de la justicia. Pero votarán que SI. Votarán que SÍ a la amnistía de los que violaron la Constitución Española, los que asaltaron El Prat y los que provocaron que más de 4000 empresas se fueran de Cataluña. También ellas deberán volver a Cataluña, así lo han decidido Puigdemont y un tal Cerdán, que tiene una FP sin terminar. Abandonen cualquier esperanza de ausencias o votos en contra. En sanchismo no cabe la llamada a la reconsideración. Están en posesión de la verdad. Qué pena siento.
La misma que he sentido cuando he visto las declaraciones de la madre de María Isabel Armero, en una carta que me hubiera gustado leer en su integridad, pero sólo he leído párrafos aislados. Manifiesta su estupor, dolor y rabia por las palabras que pronuncia la exalcaldesa de Tomelloso acerca de su opinión sobre la concentración de apoyo a la consecución de una UCI para el Hospital de Tomelloso. Ella lo denomina “circo político”. Y claro, allí había políticos, también del grupo municipal socialista por cierto. Pero había mucha más gente que no se dedica a la cosa pública. Mucha gente mayor, con sus andadores, muchas familias, jóvenes y gente de derechas y de izquierdas. De todo. Y una familia devastada por una tragedia. No era un “circo político”. Un «circo político” es lo que tiene montado Sánchez en el inexistente PSOE en el que esta señora milita. Tomelloso es mucho más.