La campaña electoral se calienta. Los partidos políticos, todos, tienen entre sus filas algunos tipos que están mejor calladitos. Por lo visto hay un Delegado del Gobierno en Madrid que afirma que los representantes de Bildu “han hecho más por los españoles que los patrioteros de pulserajuntos”. La primera parte de la frase es falsa. El ya famoso Delegado en Madrid desconocía (o no) que los de Bildu votaron en contra del Decreto del Estado de Alarma con motivo de la pandemia. Ignora, públicamente, que los herederos de ETA llevaban en sus listas condenados por delitos de sangre. Ninguna de las víctimas parece dolerle a este hombre de la escuela del sin par Bolaños, que desde que le echó el alto a Ayuso en Madrid, no ha vuelto a aparecer. La segunda parte de su afirmación no me molesta en absoluto. Sólo la incapacidad intelectual para conocer que la bandera española está reconocida en el artículo 4.1 de la Constitución Española, desvela un desconocimiento imperdonable en un sujeto que es, repito, Delegado del Gobierno en Madrid. La tercera parte en la que intenta insultar a quienes nos ponemos una bandera de España donde nos de la realísima gana llamándonos patrioteros, no es sino la constatación del odio que siguen destilando quienes se criaron en el enfrentamiento civil y no han sabido avanzar. Franco ha sido una gran empresa para que el sanchismo gane dinero y votos. Pero el chicle dura lo que dura. Lo cierto es que este hombre se ha expresado con una frase que resume el sanchismo: con Bildu, sí.
Y luego está Yolanda Perón. Creando un matriarcado político en torno a lo que ella llama Sumar. Es la Robespierra de la izquierda, pero con ropa de marca y ondas al agua en el pelo. Que estilo no falte. Y aprobando medidas ella sola, y anunciándolas como si fuera Vicepresidenta para siempre. Es lo que tiene el comunismo 5.0. Ya se permite el no responder a las preguntas de los periodistas sentando cátedra en cada respuesta. Y es que, la Farala de España, se cree “divina”.
En esto de los anuncios sin red de seguridad le parece al sanchismo local, que lleva unas semanas haciendo el ridículo más espantoso. Recuerdan mucho al título aquel de “Nadie hablará de nosotros cuando hayamos muerto”. En la oposición se pasa mucho frío.
La era Navarro está a punto de comenzar. Al ya Alcalde no le han entregado el arqueo de las cuentas. Mal estilo es ese. Pero cuando ya se es alcalde, no hay que pedirlo. Te lo dan. Creo que ha sido la primera en tener una falta de cortesía política en este Ayuntamiento de este calibre. Ni Clemente Cuesta, ni Javier Lozano, ni Pedro Carrasco tampoco a mi querido Carlos Cotillas. A ninguno se le ocurrió faltar a un relevo en la Alcaldía con el debido respeto. Esto ya es irrelevante. Tomelloso merecía algo más y ya tiene relevo. Comienza la legislatura de Javier Navarro. Muchos éxitos y aciertos para Javier Navarro, el nuevo Alcalde de Tomelloso.