El sector agrario lleva veinte días alzando la voz en defensa de sus intereses. Pancartas, cortes de carreteras, concentraciones y hasta una gran manifestación como la vivida la pasada semana en Madrid. Agricultores y ganaderos no cesan en su empeño de reivindicar causas como la mejora de la Ley de la Cadena Alimentaria o menores impuestos a su actividad. Sin embargo, no todos se han concentrado para alzar la voz. Algunos agricultores como Tomás Jaime Rodríguez Rabadán, de 77 años, ha iniciado su protesta en solitario para reclamar mejoras para el campo. Natural de La Solana, en los últimos días se encuentra realizando sobre su tractor un recorrido por distintos municipios como Valdepeñas, Manzanares o Argamasilla de Alba, para concienciar a la gente de la precariedad que vive el sector.
La situación actual del campo no ha pasado desapercibida para Tomás Jaime Rodríguez Rabadán que, aunque se encuentra jubilado, ha querido manifestarse también por su cuenta “hasta que nos escuchen” y alegando que “estamos siendo perseguidos como ratas”. Rodríguez, que lleva “toda la vida” dedicándose a la agricultura” con padre labrador y abuelo ganadero, lamenta que “tengamos que arruinarnos trabajando” por la precaria situación que vive el sector donde “estamos abandonados de la mano de Dios” y con gente de la zona “pasando miseria, solo con ayuda de Cruz Roja”. A su paso por nuestra localidad, Tomás Jaime detiene su tractor para hablar con Tomelloso Hoy, en el que lleva subido desde el pasado 6 de febrero para alzar la voz en defensa de los intereses del sector agrario. Un sector donde “trabajamos a fondos perdidos”, según cuenta el propio hombre, que pone como ejemplo “la cebada que cobré el otro día, con 1.900 euros por 8.200 kilos”, un importe muy bajo “ya que eso es lo que gastamos con los tractores en una semana”.
Aunque no conoce a ninguna persona en Tomelloso que esté siguiendo los solitarios pasos de Tomás Jaime, nos confiesa que el espíritu reivindicativo de sus compañeros durante las últimas semanas, aún con la edad, le ha hecho “manifestarme de otra manera” y cuya motivación es el ánimo que recibe de la gente por los pueblos donde pasa. Bajo pancartas como «No queremos comer grillos, queremos comer cochinillos» o «Hemos entrado en acción con la ganadería y el campo español«, el hombre desea que la situación mejore poniendo sobre todo el foco en las generaciones futuras ya que él tiene “todo el pescado vendido” y mantiene la esperanza en su hijo, que también se dedica al campo. Aunque no ha llegado a formar parte de la multitudinaria manifestación de Madrid, Tomás Jaime Rodríguez Rabadán ya ha trascendido en redes sociales por su labor tan solitaria como valiente en defensa del campo y sus intereses.








