Los chubascos previstos para este domingo, 28 de abril, en muchos puntos de España, han pasado de largo por Tomelloso, pudiendo celebrar de una manera masiva la tradicional Romería en honor de la Virgen de las Viñas. De hecho, la mañana comenzaba con un espléndido sol, que iluminaba la clásica Función Religiosa de la que cientos de devotos eran testigos. Justo después de la misa, que concelebraba Ángel García junto al resto de sacerdotes de las parroquias de Tomelloso, se imponían las nuevas medallas de la Hermandad de la Virgen de las Viñas. Así hasta que llegaban a la explanada de Pinilla, además de las reatas de mulas, las carrozas artísticas o engalanadas, elementos esenciales para que esta celebración se declarara, hace diez años, Fiesta de Interés Turístico Regional. Durante toda la jornada, los cientos de romeros abarrotaban las tascas, así como las tradicionales cocinillas, en las que degustaban la caldereta de cordero típica de esta celebración de Romería.
Así hasta que llegaban las cinco de la tarde, momento en el que empezaban a resonar las campanas del Santuario de Pinilla, señal de que la Virgen de las Viñas salía del mismo para comenzar su recorrido en dirección a Tomelloso. Un camino, conocido popularmente como la Traída de la Virgen de las Viñas a Tomelloso, donde se producían algunos momentos emocionantes como, al llegar al puente de la Autovía de los Viñedos, la imagen se giraba para decir adiós al Santuario de Pinilla. De igual manera, cuando llegaba a la Avenida Virgen de las Viñas pero, sobre todo, a la Calle Socuéllamos, se sumaban muchos más devotos al recorrido, además de los grupos folklóricos Virgen de las Viñas, Manantial del Vino y El Bombo, así como la Asociación Musical Santa Cecilia de Tomelloso. Otros instantes emocionantes tenían lugar cuando la imagen de la Virgen de las Viñas se encontraba con San Isidro, cuando se giraba para saludar a su benefactora, Encarnita Ramírez, en su domicilio de la calle Juan José Rodrigo, así como recibiendo los pétalos de rosa que le lanzaban desde las ventanas del colegio Santo Tomás de Aquino-La Milagrosa. Antes de dirigirse a la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, presidía una Plaza de España de Tomelloso prácticamente a rebosar de público, donde le rendían honores las reatas de mulas, así como las carrozas artísticas o engalanadas.
Así terminaba una Romería que, en palabras de Javier Navarro, alcalde de Tomelloso, es «especial por todos los elementos que la componen y que la hacen merecedora de esa deseada declaración de Interés Turístico Nacional, como son el folklore, las tradiciones, la gastronomía y, como seña de identidad, las mulas enjaezadas únicas en la comarca, las carrozas artísticas o las carrozas de verde, para las que las asociaciones de carreros en el primero de los casos y las peñas en los otros dos, se vuelcan para dotar a la celebración de mayor vistosidad». A todo ello se suma «la convivencia religiosa, el sentimiento que nos embargaba en la Procesión de las Antorchas o el ambiente de hermandad». En este sentido, además de recordar «que los gobiernos del Partido Popular en la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y en el Ayuntamiento de Tomelloso consiguieron la declaración de Interés Turístico Regional», Javier Navarro se ha mostrado convencido de que «la de Interés Turístico Nacional llegará también porque se lo merece, porque queda la formalidad de los trámites burocráticos y porque tiene el empaque, la envergadura y la categoría para conseguirlo». Una declaración para la que continuarán trabajando «desde el Ayuntamiento de Tomelloso, de la mano de la Hermandad Virgen de las Viñas, del gobierno regional y de todos los tomelloseros».
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