Después de una espléndida mañana de Domingo de Romería en Tomelloso, en la que cientos de devotos eran testigos de una multitudinaria Función Religiosa, en honor a la Virgen de las Viñas, así como de la posterior imposición de sesenta medallas de la Hermandad de la Virgen de las Viñas, llegaban a la explanada del Santuario de Pinilla, además de las reatas de mulas, las carrozas artísticas o engalanadas, elementos esenciales para que esta celebración se declarara, hace ocho años, en Fiesta de Interés Turístico Regional. Justo después, a pesar de un calor prácticamente veraniego, puesto que las temperaturas rondaban los 28 grados, los romeros abarrotaron las tascas, así como las tradicionales cocinillas, en las que degustaron la caldereta de cordero típica de esta celebración. Así hasta que llegaban las cinco de la tarde, momento en el que empezaban a resonar las campanas del Santuario de Pinilla, señal de que la Virgen de las Viñas comenzaba su recorrido en dirección a la Plaza de España de nuestra ciudad, a donde regresaba después de algunos años. Hasta allí llegaba en torno a las nueve de la noche, siendo portada a hombros por la alcaldesa de Tomelloso, Inmaculada Jiménez, acompañada por el presidente de la Hermandad de la Virgen de las Viñas, Alejandro Ramírez que, hace sólo algunos días, durante una entrevista concedida a Tomelloso Hoy, recordaba cómo «desde el año 2018, la Virgen de las Viñas no había pasado por la Plaza de España. Regresará a su lugar, a las puertas del Ayuntamiento de Tomelloso, mirando a la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, que es donde pasará el próximo mes de mayo«.
Anteriormente, en la traída de la Virgen de las Viñas a Tomelloso, se volvían a producir varios momentos emocionantes como, al llegar al puente de la Autovía de los Viñedos, la imagen se giraba para decir adiós al Santuario de Pinilla. De igual manera, cuando llegaba a la Avenida Virgen de las Viñas pero, sobre todo, a la Calle Socuéllamos, se sumaban muchos más devotos al recorrido, además de los grupos folklóricos Virgen de las Viñas, Manantial del Vino y El Bombo, así como la Asociación Musical Santa Cecilia de nuestra ciudad. Momento en el que la Virgen de las Viñas se giraba para ver a su benefactora, Encarnita Ramírez, en su casa de la calle Juan José Rodrigo, así como recibía los pétalos de rosa que le lanzaban desde las ventanas del colegio Santo Tomás de Aquino-La Milagrosa. Antes de entrar en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, presidía una Plaza de España de Tomelloso prácticamente a rebosar de público, donde le rendían honores las reatas de mulas, así como las carrozas artísticas o engalanadas. Mención especial merece la Peña Asaltalindes, que conseguía reunir a mil participantes, algo que sus miembros anunciaban, hace sólo unos días, en una entrevista concedida a Tomelloso Hoy, asegurando que «el año pasado 2022, aunque no conseguimos premio, logramos el récord de carrozas de verde que se han hecho nunca, puesto que llevábamos ocho. También, logramos llevar la máxima gente posible, más de 700 personas y, este año 2023, nos vamos a superar, porque vamos a ser más de 1.000 participantes«.
Concluía así la Romería de Tomelloso de este año 2023 que, en palabras de la alcaldesa de Tomelloso, Inmaculada Jiménez, «ha roto todas las expectativas previstas, con una estimación de entre 36.000 y 38.000 personas, en una ciudad con 37.000 habitantes, puesto que había ríos y ríos de gente por todos sitios, desde la zona joven hasta la zona de tascas». Tanto es así que, según ha asegurado, el sábado por la noche «los autobuses han regresado en horario muy nocturno, puesto que la gente ha estado en el recinto hasta altas horas de la madrugada». Así pues, considera que «la promoción de la ciudad en Madrid o Barcelona ha surtido efecto, así como que Tomelloso era un buen sitio para disfrutar de un buen puente y de la Romería«. Por su parte, el presidente de la Hermandad Virgen de las Viñas, Alejandro Ramírez, ponía en valor que ha sido «una Romería multitudinaria, que se ha vivido con muchísima intensidad pero, sobre todo, con devoción».