La próxima semana, la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Toledo se enfrentará a un caso que ha conmocionado a la opinión pública: el juicio de un individuo acusado de un crimen de extrema violencia en Almonacid de Toledo. Según detalla la acusación del Ministerio Fiscal, el hombre, identificado como J.C.R.F., enfrenta cargos por el asesinato de su exmujer en un acto espeluznante, seguido de un intento de encubrimiento al atropellar su cuerpo para simular un accidente.
Los hechos, que se remontan a abril de 2022, pintan un retrato desgarrador de una relación marcada por la tensión y los celos. Según la narrativa de la Fiscalía, el acusado habría actuado motivado por una combinación de despecho y obsesión, desencadenada por la supuesta infidelidad de la víctima, su exmujer, identificada como T.I.T.
El relato forense sugiere que el día fatídico, J.C.R.F. habría llevado a la víctima a un lugar apartado en Almonacid de Toledo, donde la habría atacado de manera brutal, estrangulándola hasta la muerte y cometiendo abuso sexual. Luego, en un intento desesperado por encubrir su crimen, habría colocado el cuerpo en una posición que simulaba un accidente automovilístico.
La siniestra trama se desarrolla con detalles escalofriantes, el acusado habría manipulado el teléfono móvil de la víctima antes y después de su muerte, invadiendo su privacidad y borrando pistas incriminatorias. La intervención de las autoridades llegó tras las llamadas de emergencia del propio acusado, quien pretendía encubrir su atrocidad bajo la coartada de un trágico accidente.
Ante la gravedad de los delitos, la Fiscalía ha pedido la pena máxima, prisión permanente revisable por asesinato, junto con 15 años adicionales por agresión sexual. Además, se subraya la dimensión de género en este crimen, destacando la relación previa entre víctima y victimario como un agravante adicional. El caso, más allá de sus implicaciones legales, ha puesto de relieve la urgente necesidad de abordar la violencia de género en todas sus manifestaciones.