Seis dabates seis equivalen, en argot taurino, a seis toros seis. El engolado de Sánchez no sabe cómo llamar la atención. Eso sí: un duelo entre ÉL y Feijóo, imponiendo sus condiciones y negando que otras fuerzas políticas puedan participar. Nos seguirá sorprendiendo hasta el final. La lista socialista de Madrid es un reclamo para el voto hacia el PP: en el número dos han situado a la enemiga número uno del campo y los agricultores, la gran Teresa Ribera, justo detrás del Guapo. Si Su Sanchidad sigue sin escuchar a la calle, nos vamos a divertir muchísimo. Como ya lo estamos haciendo con el sanedrín de la izquierda de la izquierda. Pablo puso a Yolanda, que quiere pulirse a Irene, que es la musa de Podemos, pero apareció Ione, y Echenique por ahí rondaba. Se cruzó con Compromís, que le hacía ojitos a Esquerra y, detrás de la cortina, Más País. Garzón, por su parte, uniendo a la fallecida Izquierda Unida a Sumar. Vamos, que entre todos la mataron y ella sola se murió. Y Pedro ha elegido a Yolanda para defenestrar a Irene, que tiene que pagar una hipoteca en Galapagar (y grande). Como lo es la ristra de condenados sexuales que están felices con Pedro, Yolanda e Irene. El gobierno sanchista es también el único en tener a una ministra condenada por el Supremo. ¡Ay, Irene, qué manía con insultar a los hombres sí o sí!
El circo electoral no para. A los que ya descansan en paz en sus comunidades autónomas o ayuntamientos, los ha situado Sánchez en puestos destacados en las listas nacionales. Los han amortajado políticamente (tendrán que darles un brochazo para sacarles algo de lustre). Veremos el espectáculo en el Congreso: será como tirarle a los camellos en la feria. Mientras los españoles están pendientes de salvarse de estar en una mesa electoral, Pedro sigue haciendo listas. Un espectáculo bochornoso e impresentable. Sánchez recuerda estos días a Manuel Benítez “El Cordobés”, cuando dijo a su hermana aquello de “o te compro un piso, o llevarás luto por mí”.
Estos días he ido al centro de Tomelloso y he visto las cabezas en vivo y en directo, las esculturas de Antonio López adquiridas por cerca de un millón de euros a la galería Marlborough. Las cabezas confirman, ellas solas, la falta de calidad, tanto en el material como en la ejecución, de esas otras esculturas que el gobierno sanchista adquirió a aquel escultor vinculado con el PSOE (¿se acuerdan?) que, encima, se llevó una pasta de los tomelloseros: más de 270.000 €. Vamos, que las cabezas de la niña Carmencita se parten de la risa de ver las figuras de la Avenida Juan Carlos I. Ellas solas me dan la razón. Han conseguido con su instalación dejar a los bailadores del homenaje al folklore fuera de percentil real.
Cuando escriba el siguiente artículo, Tomelloso tendrá nuevo Alcalde: Javier Navarro habrá tomado posesión y conoceremos las nuevas delegaciones y responsabilidades. Tiene gente buena, con sensibilidad, conocimento de Tomelloso y muchas ganas. Esto último es lo más importante. Que comience la nueva era y no se olviden de abrir las ventanas y que entre el aire fresco. Sopla el ábrego y hay que ablentar, amigo Sancho.
Me pregunto sobre qué escribirá la Sra. Casero una vez que su partido gobierne Tomelloso y España en coalición con Vox y todos los males del país dejen de ser «culpa» de la izquierda.