Tomelloso vivía ayer viernes, 23 de agosto, una noche de nostalgia gracias al concierto de Medina Azahara, una de las bandas más emblemáticas del rock andaluz. Ante más de 1.500 personas, el grupo demostró que, a pesar de sus 45 años de carrera, siguen siendo imparables en la escena musical. El concierto comenzaba con la presentación de su nuevo disco, pero, fieles a su estilo, no dejaron de lado aquellos temas que han marcado generaciones. Liderados por la potente voz de Manuel Martínez, que supo conquistar al público, que coreó cada canción con mucha emoción. De hecho, uno de los momentos más conmovedores de la noche llegaba la interpretación de Hijos de la Guerra, que dedicaban a todos los niños que viven en situaciones de conflicto, discriminación y sufrimiento, recordando la importancia de no olvidar estas realidades.
Otro de los puntos álgidos del concierto era la interpretación de Solo y Sin Ti, una balada que llevó a los asistentes a un viaje nostálgico, recordando la infancia y los lugares de origen, asegurando que «ésta es una canción que nos recuerda de dónde venimos, donde caminamos de pequeños, nuestra querida Córdoba«. La velada continuaba con No Quiero Pensar en Ese Amor, una canción que explora los altibajos de las relaciones. Pero el verdadero clímax llegó con el gran colofón final, Necesito Respirar. El tema, uno de los más icónicos de Medina Azahara, era cantado a todo pulmón por todos los presentes, cerrando el concierto con Todo Tiene su Fin.
Durante el concierto, uno de los integrantes tomaba el micrófono para recordar que Medina Azahara cumple 45 años, un aniversario que celebran con la misma alegría y pasión que al principio. «Nunca pensamos que con Medina Azahara podríamos conseguir algo tan grande. Por eso, queremos darle las gracias a la voz más grande del universo, a nuestro querido Manuel«, expresó, arrancando un fuerte aplauso del público. Finalmente, la banda se despidió con la reivindicación de que «lo más importante no es la música ni el grupo, lo más importante es la gente que nos escucha y que está aquí hoy». Con estas palabras, Medina Azahara dejó claro que, aunque la música sea su vida, son sus seguidores quienes realmente hacen posible su camino.