Aunque parezca mentira, porque diera la impresión de que comenzaron hace menos tiempo, el acto de entrega de los Viñadores, uno de los más solemnes de la Feria y Fiestas de Tomelloso, ha cumplido durante este año 2023 su edición número veintisiete. Así pues, como cada 28 de agosto, el Teatro Municipal Marcelo Grande abría sus puertas para premiar, en el ámbito de la agricultura, a Miel Ferrandis, así como al Bar Avenida dentro del sector empresarial. En cuanto al ámbito cultural, el galardón recaía en la Unión Musical Ciudad de Tomelloso, mientras que la junta local de la Asociación Española Contra el Cáncer era reconocida dentro del área de acción social. Por último, el Viñador de Honor, elegido por Javier Navarro, alcalde de Tomelloso, era para el gran José Luis Albiñana, más conocido por todos como Pona. Como recordaba la presentadora del acto, María Perales, según el diccionario de la Real Academia Española, viñador es «aquella persona que dedica su vida a cultivar las viñas» por lo que, en este acto, todos los premiados representan «el cuidado del nombre de Tomelloso, consiguiendo hacer un poco más grande el orgullo por nuestra localidad».
Así pues, el primero en recoger su Viñador era Victor Ferrandis, propietario de Miel Ferrandis, de manos de Jesús Lara, concejal de Desarrollo Rural y Política Medioambiental del Ayuntamiento de Tomelloso, reivindicando que «la abeja también es importante en la agricultura», así como agradeciendo el premio «porque nos da impulso para continuar, a pesar de las cosechas cada vez más pequeñas que tenemos, por culpa de la escasez de lluvias». Poco antes, su madrina, su hija Laura Ferrandis, rememoraba cómo la tradición de la Miel Ferrandis ha pasado «de mi bisabuelo, a mi abuelo y, después, a mi padre», añadiendo que se trata de un producto «cien por cien natural, de la colmena al bote, sin químicos ni aditivos», para concluir asegurando que está hecha con «romero y tomillo, plantas autóctonas de la zona, por lo que es miel de Tomelloso».
Justo después, llegaba el turno del Bar Avenida, reconocido como Viñador en el ámbito empresarial, que contaba con una madrina de excepción, la periodista local Isabel Lozano, que aseguraba que este premio «llega después del reconocimiento diario de sus clientes durante muchos años», algo que han conseguido «sin maridajes exóticos, en un local sencillo que, hasta hace poco tiempo, compartían con una administración de lotería». Un lugar «en el que los calamares saben a calamares, el rebozo no es tempura y los platos carecen de adornos», cuyo éxito «se compone de tres ingredientes, como son trabajo, trabajo y trabajo». Sólo así, en palabras de Isabel Lozano, han conseguido «hacernos sentir como en casa, sabiendo cómo se llama el cliente cuando llega, al que se dirigen por su nombre, siempre con una sonrisa». Un Viñador que recogían sus propietarios, los hermanos Pepe González y Alejandro González, de manos de Rocío Valentín, concejala de de Promoción Económica del Ayuntamiento de Tomelloso, que agradecían «a los clientes que, durante estos cincuenta y cinco años de andadura, nos han acompañado, que muchos de ellos se han convertido en amigos», para los que «siempre hemos intentado tener un buen café, la mejor cocina tradicional y un esmerado servicio». Así pues, concluían su intervención recordándole al público presente que «¡nos vemos donde siempre, en el Bar Avenida!».
En tercer lugar, recogía el Viñador, dentro del ámbito de la cultura, Agustín Pradillos, en nombre de la Unión Musical Ciudad de Tomelloso, de la que es presidente, que le entregaba Inés Losa, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Tomelloso. Mientras, una representación de sus músicos, acompañados al piano por la incombustible Marieli Blanco, tocaban de manera magistral el tema Suspiros de España. A continuación, Agustín Pradillos comenzaba su discurso emocionado porque «después de tanto tiempo y de tanto trabajo, por fin, somos Viñadores en el ámbito de la cultura», dedicándole el premio a las familias de los músicos «porque son las verdaderas sufridoras, las que más notan nuestra ausencia», mientras recordaba las típicas palabras que siempre les dicen, como es «no puedo, tengo ensayo». De igual manera, reconocía «a las personas que hacen musica en Tomelloso, un arte que entra por el oido y que va directo al corazón», para terminar asegurando que, como decía Sancho en el Quijote, «donde hay musica no hay cosa mala». Justo antes, la Unión Musical Ciudad de Tomelloso reconocía a todas sus familias en la figura de su madrina, Marisol Lara, que ponía en valor que «les importa tanto su gente que tienen detalles con ellos como que los carteles los hacen los pequeños de la banda, para verlos disfrutar y que se sientan parte de la asociación, que es lo mas importante», para terminar poniendo en valor su nuevo proyecto, «La Unioncita, la banda juvenil de la Unión Musical Ciudad de Tomelloso».
Llegaba así uno de los momentos más emocionantes de la noche, en el que la presentadora, María Perales, prácticamente rompía a llorar al presentar a la Junta Local de la Asociación Española Contra el Cáncer como Viñador en el ámbito social, que entregaba Elena Villahermosa, concejal de Servicios Sociales y del Centro de la Mujer. Su padrino, el prestigioso médico Pluvio Coronado, reconocía «a los voluntarios de la asociación, que no reciben dinero, pero que dan su corazón y lo más importante, que es su tiempo, a las personas que padecen cáncer, dándoles la mano para aliviarlos, lo cual es muy grande». Justo después, la presentadora del acto, María Perales, interpretaba la canción Vivir de Rozalén, tras la que María del Mar Morcillo, presidenta de la Junta Local de la Asociación Española Contra el Cáncer, pedía un minuto de silencio por las víctimas del cáncer. Durante su discurso, reconocía que «lo que mueve a nuestra asociación es tener a alguien a tu lado que te escucha, que te entiende, que cambia un lo siento por un vamos», asegurando que «siempre que nos quieras tener a tu lado, tan solo tienes que pedirlo», concluyendo su intervención pidiendo un aplauso para la anterior presidenta de la Junta Local de la Asociación Española Contra el Cáncer, Amalia Martín, para lo que el público presente en el Teatro Municipal Marcelo Grande se ponía en pie.
El último reconocimiento de la noche, también el más importante, el Viñador de Honor, era para el gran José Luis Albiñana, más conocido por todos como Pona, al que María Perales presentaba como «un maravilloso comunicador que, si hubiera nacido en mi generación, podría haber sido considerado todo un influencer». Como es tradición, el padrino del Viñador de Honor era el alcalde de Tomelloso, Javier Navarro, que se estrenaba en esta labor, reconociendo que «hablar de Pona no es una tarea sencilla por su memoria privilegia, la cual me intimida, al contar con vivencias de nuestro pueblo que pocos recuerdan, gracias a una labor periodística que empezó en el año 1946, aunque también ha sido banderillero, presentador de la Fiesta de las Letras o miembro de la Hermandad de Donantes de Sangre», a lo que añadía que «envidio la cantidad de personas ilustres que conoce, muchas de Tomelloso que ya no están y otras que no, como Camilo José Cela, que definió a Tomelloso como la Atenas de La Mancha». Javier Navarro recordaba a José Luis Albiñana que «nos dejas muchas enseñanzas para siempre pero una imprescindible para alimentar nuestra alma, como es que la fecha del DNI solo es un dato, porque un pueblo que no cuida y respeta a sus mayores es un pueblo sin alma» para, justo después, entregarle el Viñador de Honor, mientras el publico se ponía en pie para darle una gran ovación. José Luis Albiñana iniciaba su discurso recordando que estos premios se le deben al fallecido alcalde Ramón González, allá por el 1997. De igual manera, agradecía al alcalde «por haberse acordado de mí, que rondo los 95 años, para recibir este Viñador de Honor y a todas la personas que estos días me han felicitado por el reconocimiento, en la calle, por teléfono, por internet y por cualquier otro medio, demostrándome lo que me queréis». A continuación, recordaba que «Tomelloso tiene muy buena historia», dando algunos datos sobre la venía y los desbordamientos del Guadiana. Terminaba dando la gracias «a mi pueblo de mis entrañas» y enviando a todos los presentes, parafraseando al escritor local Eladio Cabañero, «alforjas de abrazos».
Por último, el alcalde, que ha iniciado su intervención con un “emocionado recuerdo” para Maribel Armero, trabajadora del Ayuntamiento que ha fallecido hoy mismo y cuyo “trabajo, sensibilidad y profesionalidad siempre estarán en nuestros corazones”, ha dicho enviando un abrazo a su marido, Vicente Morales, trabajador municipal también y al resto de la familia, ha recordado así mismo al creador de los Viñadores, el que fuera alcalde de la ciudad, Ramón González. Las distinciones de los Viñadores, ha afirmado, “tienen un recorrido enorme, igual de fructuoso como lo es nuestro pueblo”, cuya sociedad, en el sentido amplio, “es una fuente inagotable de distinciones”. “Estamos en Tomelloso y la creación y el dinamismo también son parte de nuestra identidad”, ha señalado, añadiendo que la historia de la ciudad es “la de la gente trabajadora, la del sudor de la frente, la del esfuerzo y el coraje, tierra de gente esforzada”. Durante su intervención el alcalde se ha referido al “legado de nuestros antepasados” como “la esencia misma de nuestro pueblo”. No se entiende “nuestra alma”, ha dicho “sin el esfuerzo, la tozudez y el más; Tomelloso es mucho más y siempre quiere más, ser los primeros, estar entre los mejores y seguir enorgulleciéndonos cuando vemos a uno de los nuestros triunfar llevando el nombre de nuestro pueblo allá donde estemos”. Y es que, ha incidido, “somos los tomelloseros, mujeres y hombres dados al buen talante natural y a entregarnos al trabajo sin reserva alguna”. El acto concluía con el Himno de Tomelloso interpretado por la Unión Musical Ciudad de Tomelloso.