Puntual como siempre, a las tres en punto de la madrugada del Viernes Santo al Sábado de Gloria, se abrían las puertas de la Parroquia de la Asunción de Nuestra Señora de Tomelloso para recibir a los Penitentes de la Santa Cruz. En ese momento, la Plaza de España enmudecía en un respetuoso silencio, a pesar de contar con numeroso público presente, puesto que el único sonido predominante pasaba a ser el de las cadenas que chocaban contra el suelo, al ser arrastradas por los penitentes. Todos ellos, como marca la tradición, vestían túnica negra, capucha monacal y cordón blanco, con la cruz a cuestas. Una procesión que continúa siendo una de las señas de identidad de la Semana Santa de Tomelloso, puesto que es una de las que consigue más participación, recorriendo las calles Independencia, Domecq, Carboneros, Carlos Morales, Doña Crisanta, Veracruz, Socuéllamos y Plaza de España. Su imagen titular es la Gran Cruz Expiatoria del Pueblo. Como es habitual, cerrando esta procesión, la última de la Semana Santa de Tomelloso de este año 2024 se encontraba el consiliario, José Ángel Martín Acosta.





























