Los agentes de la Guardia Civil de Cuenca han rescatado del interior de un vehículo a sus dos ocupantes, que tras sufrir un accidente de circulación quedó volcado y apoyado sobre su techo en el carril derecho de la autovía A-3 a la altura del kilómetro 156, en el término municipal de la localidad conquense de Castillo de Garcimuñoz.
Tras producirse el siniestro vial, donde se encontraban implicados tres vehículos, se recibió aviso en el centro operativo de tráfico (COTA) de la Comandancia de la Guardia Civil de Cuenca. Inmediatamente se activaron los equipos en servicio, trasladándose al lugar la patrulla más cercana, tal y como ha informado la Guardia Civil en nota de prensa.
En el lugar del accidente, la patrulla de la Guardia Civil apreció que, tanto el conductor como la ocupante de uno de los vehículos implicados, de 79 y 76 años de edad respectivamente, permanecían en el interior del vehículo volcado, en posición invertida (cabeza abajo), dado que el turismo estaba apoyado sobre su techo en el carril derecho de la autovía.
Las dos personas se encontraban sujetos mediante el cinturón de seguridad sin poder desasirse, a la espera de los servicios sanitarios, observando los Guardias Civiles que presentaban lesiones de diversa consideración
Ante la urgencia de la situación, los agentes cortaron el cinturón para proporcionar a los heridos una posición estable adecuada, hasta la llegada de los servicios médicos del Centro de Salud de Honrubia, quienes con gran rapidez se personaron en el lugar para ofrecer asistencia sanitaria inmediata.
Una vez estabilizados, los heridos fueron trasladados, mediante un helicóptero y una UVI móvil al Hospital de Albacete, donde se recuperan de las lesiones sufridas.
Cabe destacar la coordinación de la Guardia Civil con los servicios sanitarios del Centro de Salud de Honrubia, médicos del Sescam y helicóptero que acudieron al lugar para completar todas las labores de asistencia y auxilio junto con bomberos, personal de mantenimiento y grúas de rescate, que ha resultado fundamental en la rápida atención de las víctimas.
De igual forma se quiere recordar la importancia de no mover a las víctimas de un accidente de tráfico, no obstante, hay ocasiones en la que los guardias civiles que acuden al lugar del accidente en primer lugar, ante un grave riesgo para las vidas humanas, y siempre que tengan una formación adecuada en primeros auxilios, han de actuar para evitar un mal mayor, siendo en estos casos de labor benemérita, la mayor gratificación moral que pueden recibir los componentes de la Guardia Civil.