La localidad ciudadrealeña de Manzanares continúa consternada tras la muerte de su vecina Irene, de 17 años de edad. Al parecer, la joven se encontraba en Campo de Criptana, a donde había acudido para participar con sus amigos en el encuentro Creo, unas convivencias organizadas por la Parroquia de la Asunción de Nuestra Señora del Campo, cuando moría después de ingerir un café que estaba contaminado por leche de vaca, a cuya proteína era alérgica. Según varios testigos, Irene habría padecido una parada cardiorespiratoria después de tomar dicha consumición. Rápidamente, era trasladada al Hospital La Mancha Centro de Alcázar de San Juan, donde ha estado ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos, hasta que fallecía el pasado miércoles, 8 de marzo. Un día después, este jueves, 9 de marzo, tenía lugar su entierro en la Iglesia de la Asunción de Manzanares.
Como no podía ser de otra manera, el Ayuntamiento de Manzanares ha emitido un comunicado, en el que ha expresado su consternación por la muerte de Irene. En él, se recogen las palabras del alcalde, Julián Nieva, que «en nombre de toda la población, ha trasladado el pésame a su familia». Un dolor que también se ha extendido al Instituto Azuer, donde estudiaba la joven, así como a las asociaciones en las que participaba, como el coro Mansil-Nahar o la agrupación musical Manuel de Falla.