La jueza Alba María Nicolás, titular del Juzgado de Instrucción Número 2 de Manzanares, enviaba a prisión el pasado viernes, 17 de marzo, a Antonio Caba y Gaspar Rivera, por su presunta participación directa en el homicidio o asesinato de Juan Miguel Isla, cuyo cadáver era encontrado en el pozo de un terreno ubicado en la localidad ciudadrealeña de Valdepeñas, después de llevar desaparecido desde el pasado día 22 de julio de 2022, cuando se desplazó de Alicante a Manzanares para cobrar unas tierras. Semanas después, concretamente el pasado martes, 6 de junio, en la inspección de un pozo ubicado en la localidad ciudadrealeña de Manzanares, se hallaban los restos óseos del empresario Jesús María González, de 55 años de edad, desaparecido desde el pasado día 19 de junio de 2019. Un segundo operativo de búsqueda que se habría activado después de que Gaspar Rivera declarara su implicación también en la desaparición de Jesús María González.
Así pues, Gaspar Rivera habría comenzado su declaración ante la jueza Alba María Nicolás, titular del Juzgado de Instrucción Número 2 de Manzanares, a la que ha tenido acceso el Diario de Sevilla, asegurando que «lo que estoy haciendo hoy lo tendría que haber hecho el primer día». Así pues, relató lo que ocurrió el día de la desaparición de Jesús María González, recordando que «Antonio Caba le pidió que lo recogiera para llevar unos muebles a Valdepeñas porque iban a mudarse a una oficina que tenían en una nave». Cuando llegaron a la misma, «tenía cinco o seis bolsas negras y un bulto bastante grande, que era el cuerpo de una persona liado en una manta, trasladándolo a un terreno que él tiene en la carretera de Manzanares a Villarubia de los Ojos». Según el relato de Gaspar Rivera, el acusado Antonio Caba le habría dicho que «había acabado con él propinándole uno o dos tiros». Así que «le ayudé a descargarlo, prendiéndole fuego, metiéndole leña y las bolsas se echaron a un sondeo». Dicho sondeo sería el pozo de unos 40 centímetros de diámetro en el que luego se hallaron los restos de Jesús María González.
Una ayuda por la que Gaspar Rivera asegura que Antonio Caba le habría dado «unos 50 o 60 euros», puesto que algunas veces tenía complicaciones económicas para repostar el combustible de su vehículo. Así pues, habría actuado como encubridor y, posteriormente, como cooperador necesario. Al confesarlo todo, la Fiscalía Provincial de Ciudad Real le ha permitido quedar en libertad provisional por este caso. Sin embargo, durante su relato, Gaspar Rivera también habría mencionado un caso que se investigó en su momento, relacionándolo también con Antonio Caba pero del que no se hallaron pruebas para incriminarlo. Se trata de la muerte de un hombre, anterior a las de Juan Miguel Isla y Jesús María González, que se cerró puesto que no se encontró criminalidad en su muerte. Ahora, Gaspar Rivera habría contado que «es posible que Antonio Caba lo envenenara, porque antes de morir estuvo ingresado en el hospital mucho tiempo, justo después de que ambos se hubieran visto». Sobre la tercera muerte que podría estar vinculada a Antonio Caba, únicamente se sabe que estaría relacionada con un suicidio que ahora también se estaría investigando.