Los agentes del Equipo de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil de Ciudad Real tenían conocimiento, el pasado día 20 de marzo que, desde el exterior de una explotación ganadera, situada en la localidad ciudadrealeña de Torralba de Calatrava, se podían observar algunos cadáveres de animales, desprendiéndose de la misma un gran hedor. Una vez localizado su propietario, con la colaboración de varios veterinarios de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, se comprobó que, dentro de la explotación, había diseminados 26 cadáveres de terneros, así como un número indeterminado de restos de cadáveres en distintos estados de descomposición.
De igual manera, hallaron otros animales como vacas, caballos y gallinas, que se encontraban en un evidente estado de abandono y desnutrición, siendo esta la posible causa de la muerte del resto de los animales. Además, la explotación carecía de todo tipo de autorización ni registro, por lo que los agentes del Equipo de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil abrieron una investigación al propietario de la misma, como supuesto autor de un delito relativo a la protección de los animales domésticos. Unas diligencias que han sido puestas a disposición de los Juzgados de Instrucción de Ciudad Real.