La Audiencia Provincial de Ciudad Real ha condenado a seis años de cárcel a David Clemente, el acusado de provocar un accidente de circulación en la localidad ciudadrealeña de Argamasilla de Alba durante la madrugada del pasado día 6 de junio de 2021, en el que murieron Emous, Gonzalo y Marta, tres jóvenes de 21, 20 y 16 años respectivamente. Anteriormente, un jurado popular, que lo había estado juzgando desde el pasado lunes, 24 de junio, lo declaraba culpable. Así pues, la sentencia considera que cometió dos delitos contra la seguridad vial y tres de homicidio por imprudencia grave. A todos ellos se les suman otros tres delitos de lesiones por imprudencia grave, al haber dado positivo en los controles de alcohol y drogas. Además, se le impone la retirada del carnet de conducir durante ocho años, así como unas indemnizaciones de aproximadamente 80.000 euros por cada deceso, superando el medio millón de euros en total. Sin embargo, aunque la sentencia considera completamente verídicas las pruebas periciales, toxicológicas y forenses, así como las declaraciones de los agentes de la Policía Local y de los vecinos de la Calle Encuentros de Argamasilla de Alba, en la que se producía el siniestro mortal, también recalca que no tenía intención de matar a las personas que iban en el otro vehículo, coincidiendo con la postura del Ministerio Fiscal.
Un acusado que, aunque tenía la opción de declarar el primero o el último, optaba por hacerlo en último lugar, después de las declaraciones de los testigos, así como de las pruebas que se conocían durante las últimas jornadas del juicio. De hecho, no era hasta la sesión del pasado jueves, 27 de junio, cuando David Clemente que, en la actualidad, cuenta con 25 años, se pronunciaba por primera vez, asegurando que «no pensé en el peligro que podía generar, me arrepiento cada día de mi vida». Previamente, narraba cómo antes de producirse el siniestro, «había estado en un local», en el que había consumido «dos copas y cocaína». Además, allí habría conocido a una joven que, justo después, le acompañaría en el vehículo, reconociendo que «en una calle, di un acelerón al coche para hacerme el interesante» ante ella.
Aunque dicha joven declaró en una de las jornadas anteriores del juicio que le avisó de que «había un ceda el paso», David Clemente lo negó, asegurando que «pensaba que tenía preferencia», añadiendo que no se percató de que «podía cruzarse otro vehículo a esa hora, porque a las dos de la madrugada no había tráfico». De igual manera, el acusado reconocía no saber «a qué velocidad iba en ese momento pero es posible que a más de 90 kilómetros por hora», por lo que «no tuve tiempo de reaccionar». Así pues, se producía el choque mortal, aunque pensó «que el conductor del otro coche se había dado a la fuga», así que se encendió un cigarro porque «tenía la cabeza ida y no sabía dónde estaba». En las últimas palabras de su declaración, David Clemente aseguraba que «ojalá me pudiera cambiar por ellos, lo siento mucho, me arrepiento cada día de mi vida». Desde el accidente de circulación, del que salía ileso, había permanecido en la cárcel de Herrera de La Mancha hasta el pasado mes de diciembre, cuando regresaba a la localidad cacereña de Montehermoso de la que es originario, después de pasar algo más de dos años en prisión preventiva. Al parecer, en la prisión habría intentado quitarse la vida en varias ocasiones y estaría recibiendo tratamiento psicológico.
Por otra parte, Jesús Gassent, representante de la Fiscalía de Ciudad Real, narraba cómo David Clemente conducía con un coche de alta gama, a más de 90 kilómetros por hora, por la Calle Encuentros de Argamasilla de Alba cuando, en un cruce, se saltó un ceda al paso, chocando con otro vehículo al que estampó contra una casa, provocando la muerte de tres de sus cinco ocupantes. Unos hechos por los que le acusaba de siete delitos. Entre ellos, dos contra la seguridad vial y tres de homicidio por imprudencia grave. A todos ellos se les suman otros dos delitos de lesiones por imprudencia grave, al haber dado positivo en los controles de alcohol y drogas. Aun así, consideraba que no tenía intención de matar a las personas que iban en el otro vehículo, por lo que solicita cinco años y diez meses de cárcel, además de la retirada del carnet de conducir durante ocho años, así como unas indemnizaciones de aproximadamente 80.000 euros por cada deceso.
Sin embargo, la acusación particular solicitaba quince años de prisión por tres homicidios que considera intencionados. De hecho, las dos abogadas de los padres de las víctimas mortales y de las personas heridas en el siniestro, Maite Parejo y Cortes Cano aseguraban que el acusado mostró «claro desprecio por la vida de los demás, al recorrer más de un kilómetro a gran velocidad por las calles de Argamasilla de Alba, saltándose señales de tráfico, así como conduciendo cuando previamente había consumido alcohol, cocaína y éxtasis», añadiendo que «todos sabemos que, si se conduce así, en el momento que se cruce una persona podemos matarla o chocar contra otro vehículo». Además, las abogadas de la acusación particular también señalaban que, según los informes policiales, David Clemente «ni siquiera intentó frenar cuando vio al otro vehículo, al no existir señales de frenada en la calzada». Especialmente dura resultaba también la declaración de la madre de Marta García, de 16 años, que era de Tomelloso, durante la sesión del juicio del pasado miércoles, 26 de junio, que aseguraba entre lágrimas que «desde la muerte de Marta se nos ha roto la vida, para mí esto fue un asesinato», añadiendo que «este trágico accidente, que se podía haber evitado yendo a su velocidad y haciendo las cosas bien, ha roto muchas almas en vida» como la de Marta, que «era una joven entrañable, que tenía mucha vida, amaba a su familia, a su pueblo, no merecía perder la vida y menos con esa edad».
Por otra parte, la abogada del acusado calificaba su conducta como «la habitual para un joven de 22 años que había ido a visitar a su familia a la localidad de Argamasilla de Alba y pensó en pasárselo bien esa noche», añadiendo que «siempre ha mostrado su arrepentimiento por lo ocurrido y ha pedido perdón todas las veces en las que ha tenido ocasión». En su momento, los padres de las víctimas iniciaron una petición a través de Change.org para que se endurezcan las penas por homicidios imprudentes de tráfico como este, que acabó con la vida de Marta García, de 16 años, que era de Tomelloso, así como de Gonzalo Hilario, de 20 años, que era portero del equipo de fútbol de Argamasilla de Alba, el Atlético Cervantino. También, del delegado del equipo, su amigo Emous Novillo, de 21 años. Actualmente, la petición supera las 8.000 firmas de las 10.000 que se habían planteado como objetivo.
Vaya una vergüenza de condena, que asco de país…..